Existen un sinfín de mitos en torno al entrenamiento físico y el fitness que demerita la práctica de la calistenia.
Es importante identificar estos mitos y desbancar los conceptos erróneos más importantes.
Al final, nunca debes olvidar que el logro de los objetivos y metas que te planteas en tus entrenamientos de fitness, dependen mucho más de cómo realizas cada ejercicio que de si eliges practicar calistenia, levantamiento de pesas, crossfit o cualquier otro.
Mito #1 : «Para crecer tus músculos necesitas hacer pesas«.
El pensar que la única disciplina que puede hacerte crecer tus músculos es el levantamiento de pesas es uno de los mitos más comunes que existen.
Esta creencia se ha diseminado a pesar de que muchos de los físicos más impresionantes que podemos ver en los deportes es el de quienes practican gimnasia u otras actividades de peso libre corporal.
Muchos de estos deportistas son los atletas más fuertes también en comparativas libra por libra, a pesar de que el grueso principal de su entrenamiento, está basado en ejercicios con puro peso corporal.
Independientemente de si practicamos levantamiento de pesas, crossfit, gimnasia o calistenia, el secreto del éxito en el crecimiento muscular no se basa en la disciplina en sí misma, sino en el método de promover la sobre carga progresiva.
Este aumento progresivo y consistente del volúmen de peso o carga total, es lo que estimula el crecimiento muscular y el aumento de la fuerza.
Es decir, la clave no está en la disciplina que elegimos, sino en establecer rutinas que desafíen cada día nuestro límite corporal.
Si realizamos en cambio, la misma rutina cada semana, el reto será limitado y el progreso también.
En el caso de los ejercicios con pesas, el secreto está literalmente en aumentar el peso sesión tras sesión. En cambio, cuando realizamos ejercicios de calistenia (donde el peso siempre es el mismo -pues se trata de nuestro cuerpo-), el secreto estará en ir haciendo variantes o modificaciones de cada ejercicio para lograr ese progreso.
Por ejemplo en ejercicios como las lagartijas, podemos ir haciendo variantes de las mismas; por ejemplo, realizar lagartijas inclinadas en un inicio (o con las rodillas en el piso) y lagartijas estándares al ir progresando.
Mito #2: «mientras más repeticiones hagas, mejor será tu entrenamiento»
Este mito es re común en las disciplinas que se basan en el formas libres y de levantamiento de peso corporal (la calistenia es una de ellas). En estas, suele pensarse que mientras más repeticiones hagas de un ejercicio, obtendrás mejores resultados, lo que deriva en que las personas intenten llevar su cuerpo constantemente al fallo (a través de sesiones interminables y repeticiones incontables) a costa de realizar los ejercicios con una forma inadecuada.
Es por ello que desbancar este mito es fundamental.
¡No es verdad que debas llevar tu cuerpo al límite de repeticiones en cada entrenamiento de calistenia!. El realizar una forma inadecuada no solamente limita el resultado del ejercicio sino que además te pone en riesgo de lesionarte.
Comparemos esta situación con la de aquellos que realizan fisicoculturismo o levantamiento de pesas en el gimnasio. ¿Cuándo has visto que alguien se aviente una sesión de bench press de más de 40 repeticiones al hilo? ¡Es probable que nunca!. Esto se debe a que es bien sabido que para maximizar la ganancia de músculo al levantar pesas (es decir elevar las probabilidades de hipertrofia), con realizar series de 8 a 12 repeticiones es mas que suficiente.
En el caso de la calistenia, la lógica es similar… el secreto está en estructurar series que te desafíen lo suficiente sin con ello perder la forma correcta del movimiento.
Por ejemplo, si puedo realizar 20 flexiones con bastante facilidad, esta progresión no será óptima para el crecimiento muscular. Pero si elevo mis pies, ahora solo puedo hacer 10-12 repeticiones, así que esa es la progresión que debo seleccionar.
Realiza este tipo de series e intenta hacer variantes o modificaciones (como indicamos en el punto anterior) cada semana. Mientras tus ejercicios tengan variantes adecuadas cada vez que empiecen a sentirse menos retadores, -y lleves una nutrición adecuada para cumplir tus objetivos- te garantizo que verás resultados.
Mito #3: «Los ejercicios de calistenia son a extremos – o excesivamente fáciles o imposibles»
La gama de ejercicios que te permite la calistenia utilizando tu cuerpo corporal, suelen ser catalogados como ejercicios que van de extremo a extremo.
Por ejemplo las lagartijas, remos verticales o planchas pueden ser aludidas como ejercicios excesivamente fáciles o para principiantes (por alguien que realiza pesas), mientras que las dominadas de una mano o las «banderas» humanas, o planchas sostenidas en barras parlelas, pueden referirse como ejercicios imposibles. Entonces ¿cuál es la realidad?
La verdad es que estas percepciones de extremismo son erradas.
Los movimientos de calistenia en efecto tienen una brecha impresionante cuando pasas de principiante a avanzado. Pero eso no es una desventaja, sino una inmensa ventaja. Pues estos rangos van superándose poco a poco.
La clave para que los ejercicios de calistenia sean factibles es irlos incorporando de manera progresiva.
Como en cualquier otro tipo de entrenamiento, en la calistenia existen clasificaciones sobre los tipos de ejercicios o tipos de movimientos que son incorporados en las rutinas cotidianas: puedes trabajar el core, las piernas, la espalda, tus habilidades de empuje y palanca (como en las lagartijas y banderas) o tus habilidades de levantamiento o jalón (como en las dominadas).
En todos estos conceptos existen ejercicios y rutinas que son fáciles de realizar, y en la medida que se van dominando, pueden irse dificultando cada vez más. Es por ello que sin importar tu nivel de experiencia, siempre podrás encontrar secuencias de calistenia que se apeguen a tu nivel y hagan tu entrenamiento factible.
Finalmente, como en cualquier disciplina, uno de los principales logros -y de los que te da más alegría- es el ir descubriendo nuevas capacidades de tu cuerpo e ir logrando ejercicios cada vez más difíciles.
La primera vez que logres una bandera ¡seguro estarás fascinada(o)! y lo mismo ocurrirá cuando logres ejecutar tus primeras barras o dominadas.
Finalmente, es muy cierto que cuando estamos empezando, nos abocaremos a ejecutar ejercicios para principiantes (como las lagartijas o dominadas con ayuda de ligas), pero poco a poco iremos aumentando nuestra capacidad para hacer ejercicios más sofisticados y conquistar nuevos retos en nuestra rutina de calistenia … hasta que un día… sin darte cuenta… lograrás eso que hacía unos meses atrás, parecía imposible.